C.E.I.P. Rectora Adelaida de la Calle
El
miércoles día 28 de mayo, salimos de la facultad para ir a un colegio llamado
Rectora Adelaida de la Calle. Todos teníamos que llevar actividades preparadas
para los niños y niñas de Segundo de Primaria.
Entramos
en clase y todos los alumnos y alumnas estaban muy contentos de que
estuviéramos allí e incluso alguno de ellos nos tomó mucho cariño en ese
pequeño rato.
En primer
lugar, comenzamos presentándonos todos y, posteriormente comenzamos con los
juegos. El primero, consistía en repartirle a los discentes una tarjeta con un
animal dibujado a cada uno de ellos. Con ello, debían interpretar el animal que
le hubiese tocado e intentar que alguno de sus compañeros lo adivinase. El que
lo acertara, le tocaba hacer el suyo. Fue bastante divertido y creemos que
bastante acertado para niños y niñas de esa edad. Tenemos que decir, que tan
solo una de ellas no quiso jugar porque era muy tímida y, al tocarle hacer su
animal a ella, se vio un poco presionada y se puso a llorar. Un compañero
nuestro se puso a animarla y a tranquilizarla para que no se sintiera mal.
Posteriormente,
hicimos otro juego que resultó bastante divertido ya que se realizaba con unos
globos que soltábamos al aire y que no podían caer al suelo de ninguna manera, de lo contrario, tendrían que explotarlo y sacar un papelito que
tenían dentro para ver que juego ponía que teníamos que realizar todos juntos.
El
segundo, fue el de la gallinita ciega. El niño que explotó el globo, fue el que
se la quedó primero y le tapamos los ojos. Fue muy gracioso ya que todos se
ponían delante de él para que este adivinase quien era.
El
tercero, el pollito inglés. Todos querían ponerse en la pizarra para contar y
darse la vuelta para pillar al compañero o compañera que se estuviese moviendo.
Tras
estar con los protagonistas del día, los niños y las niñas, estuvimos en una
charla dada por la directora, la cual se llamaba Virginia. Nos estuvo contando
como funcionaba el colegio y dijo que funcionaban a través de proyectos, que no
usaban libros de texto y que al principio los padres se encontraban reacios a
la idea de que sus niños y niñas tuvieran que trabajar sin libro de texto. Finalmente
se han acostumbrado y ven que sus hijos e hijas están aprendiendo mucho más y
están más motivados.
El
colegio tiene un huerto donde el alumnado planta, riega y recoge para luego una
vez criadas las hortalizas, venderlas en la puerta.
Nos dijo
un ejemplo de cómo funcionaban los docentes para dar lengua o conocimiento del
medio. Los niños aprenden conocimiento a la hora de ver cómo va creciendo la
planta y lengua, al plasmar toda la información que reciben a través del
desarrollo del huerto en un folio para que así, el maestro o la maestra pueda
corregir sus errores ortográficos y su forma de expresarse.
La
directora también criticaba un poco la manera en que estaba estructurado el
colegio ya que era muy grande y desde las aulas de infantil a las de primaria,
había que subir una rampa enorme y se podía tardar en llegar de un sitio a otro
unos diez minutos. En ese tiempo, los niños estarían solos tanto los pequeños,
como los más grandes.
La conclusión que sacamos de esta experiencia es, que no hay que
cerrarse en lo tradicional sino que haciendo cosas innovadoras como trabajar con
los proyectos, hacemos que los niños y niñas se sientan más motivados y con
ganas de aprender que es lo que realmente nos debe importar. También hay que
mencionar la integración de los padres en el colegio ya que pueden participar
en muchas de las actividades.
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